How embodied is action language? Neurological evidence from motor diseases

Cognition

Cardona, J. F., Kargieman, L., Sinay, V., Gershanik, O., Gelormini, C., Amoruso, L., Roca, M., Pineda, D., Trujillo, N., Michon, M., García, A. M., Szenkman, D., Bekinschtein, T., Manes, F. & Ibáñez, A. (2014). How embodied is action language? Neurological evidence from motor diseases. Cognition 131, 311-322. Online: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24594627

Aunque el acoplamiento motor-lenguaje está siendo estudiado extensamente, sus mecanismos subyacentes no son totalmente entendidos. En este sentido, ha surgido una oposición crucial entre los puntos de vista no representativos y representativos de la encarnación. La primera postula que el lenguaje de la acción se basa en el sistema motor no cerebral directamente involucrado en la actividad musculoesquelética, es decir, la participación periférica de las acciones en curso. Por el contrario, el segundo propone que esa base la proporciona el sistema motor del cerebro, es decir, la activación de las áreas neuronales que representan la acción motora. Abordamos esta controversia a través del paradigma del efecto de compatibilidad de acción y frase (ACE), que induce un acoplamiento contextual de las acciones motoras y el procesamiento verbal. Se midieron los ACE en tres grupos de pacientes -en la enfermedad de Parkinson temprana (EPD), en la neuromielitis óptica (NMO) y en los pacientes con mielitis transversa aguda (ATM)- así como en sus respectivos controles sanos. La NMO y la ATM constituyen modelos de lesión de áreas motoras no cerebrales y del sistema motor periférico, mientras que la EPD proporciona un modelo de deterioro del sistema motor cerebral. En nuestro estudio, los pacientes con EPD mostraron deterioro de la ECA y del procesamiento verbal en relación con los participantes sanos, NMO y pacientes de ATM. Estos resultados indican que el procesamiento de las palabras relacionadas con la acción está principalmente subservado por un sistema de red motora cortico-subcortical, apoyando así una visión incorporada basada en el cerebro sobre el lenguaje de la acción. En términos más generales, nuestros hallazgos son coherentes con las perspectivas contemporáneas para las que el procesamiento de palabras relacionadas con la acción depende de redes cerebrales distribuidas que apoyan el acoplamiento motor-lenguaje sensible al contexto.

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How embodied is action language? Neurological evidence from motor diseases

Cognition

Cardona, J. F., Kargieman, L., Sinay, V., Gershanik, O., Gelormini, C., Amoruso, L., Roca, M., Pineda, D., Trujillo, N., Michon, M., García, A. M., Szenkman, D., Bekinschtein, T., Manes, F. & Ibáñez, A. (2014). How embodied is action language? Neurological evidence from motor diseases. Cognition 131, 311-322. Online: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24594627

Although motor-language coupling is now being extensively studied, its underlying mechanisms are not fully understood. In this sense, a crucial opposition has emerged between the non-representational and the representational views of embodiment. The former posits that action language is grounded on the non-brain motor system directly engaged by musculoskeletal activity – i.e., peripheral involvement of ongoing actions. Conversely, the latter proposes that such grounding is afforded by the brain’s motor system – i.e., activation of neural areas representing motor action. We addressed this controversy through the action-sentence compatibility effect (ACE) paradigm, which induces a contextual coupling of motor actions and verbal processing. ACEs were measured in three patient groups – early Parkinson’s disease (EPD), neuromyelitis optica (NMO), and acute transverse myelitis (ATM) patients – as well as their respective healthy controls. NMO and ATM constitute models of injury to non-brain motor areas and the peripheral motor system, whereas EPD provides a model of brain motor system impairment. In our study, EPD patients exhibited impaired ACE and verbal processing relative to healthy participants, NMO, and ATM patients. These results indicate that the processing of action-related words is mainly subserved by a cortico-subcortical motor network system, thus supporting a brain-based embodied view on action language. More generally, our findings are consistent with contemporary perspectives for which action/verb processing depends on distributed brain networks supporting context-sensitive motor-language coupling.

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